POZO AZUL. El miércoles pasado (22 de Junio) una cola de
tornado arrasó con cosechas, ganado, árboles y galpones de acopio, entre otros
muchos destrozos en viviendas y chacras en algunas zonas de Pozo Azul, donde
los productores vivieron momentos de temor y zozobra, para luego estar sin
electricidad ni conectividad de internet por 3 días, según reveló a
www.misionescuatro.com Karina Espíndola, una productora afectada. A la fecha,
ningún funcionario del Ministerio del Agro de la Provincia se apersonó en las zonas
devastadas en Pozo Azul y los productores no saben si recibirán alguna ayuda
por parte de la provincia o de Nación. Sólo llegó un representante del
Ministerio del Agricultura nacional, para hacer un relevamiento de los
productores que sufrieron daños, para luego “evaluar” qué ayuda les darían.
Aunque aclaró que la asistencia viene con muchas demoras y por ejemplo, recién
ahora se está concretando asistencia por eventos ocurridos meses atrás (la
sequía del verano y del año pasado)
Veinte minutos de destrucción y días sin servicios
En diálogo con este portal, Espíndola contó que reside en el
Km 80 sobre la ruta 17, a unos 15 km del municipio de Pozo Azul. “Miércoles
pasado, estaba en el potrero revisando a los animales. Eran las 5 de la tarde y
estaba disfrutando del sol porque y veníamos con muchos días de lluvia.
Teníamos pronosticado lluvia para el jueves y el fin de semana. Jamás pensamos
que iba a ser algo tan dramático”, detalló la productora.
“Alrededor de las 18 hacía calor y empezó a oscurecer y a las
18.30 empezó a llover con más intensidad. Luego empezó el viento y se
oscureció. Se desató una tormenta fuertísima con granizo, no paraba de llover y
el viento era terrible. Tenemos un auto afuera y quisimos salir a entrarlo o taparlo
y no pudimos de ninguna manera. Se nos dificultaba cerrar la puerta por la
potencia del viento”, describió Espíndola. Y continuó: “Se cortó la luz,
internet y sentíamos los golpes por todos lados, ruidos fuertísimos, que se
movía la casa y el techo, eso duró 20 minutos”.
Según Espíndola, los sorprendió la duración del evento, pues
“cuando cae granizo dura unos pocos minutos y se disipa. Pero esto no paraba.
Veíamos una capa blanca por la ventana, había ramas caídas, pero estábamos
adentro petrificados. Pasados los 20 minutos paró la lluvia y empezamos a
salir. En mi galería había unos 10 cm espesor de hielo acumulado. Era
impresionante. Las ramas estaban todas rotas, no había luz, no podíamos divisar
el daño. Los vecinos empezaron a caminar y los autos iban con mucho cuidado en
la ruta por la capa de hielo”, relató la productora, sobre el drama vivido la
semana pasada.
La devastación en las chacras y los galpones para secar
tabaco “totalmente destruidos”
De acuerdo con Espíndola “todas las casas de los vecinos
estaban mojadas porque el viento era tan fuerte que el agua entraba por
cualquier rendija. Pasamos una noche terrible sin luz demoró 3 días. Y tampoco
tuvimos comunicación por internet”, dijo. A la mañana siguiente, “el panorama
era tristísimo: todas las ramas rotas, no había hojas en los árboles, las
frutas lastimadas, paltas, naranjas y limones caídos en el piso. No teníamos
huerta, era como cuando trituras la verdura para una ensalada. No había flores.
Empezamos a caminar y en el aserradero a 100 metros de mi casa, estaba
destechado y desarmado. A una vecina se le había caído una pared y volado el
techo. Los galpones para secar tabaco totalmente destruidos”, comentó Espíndola
sobre la devastación que produjo el tornado en Pozo Azul.
“A media mañana (del jueves 23/6) fui a mi chacra y el
panorama fue desesperante. En un radio
de 20 hectáreas, en una zona parquizada para que los animales tomen agua,
habían caído los árboles. Habían quedado como piletas en huecos” dejados por
los árboles arrancados, y había “árboles caídos sobre los alambrados que dan a
la ruta y sobre los caminos laterales. También, árboles que cayeron sobre dos
animales que tuvimos que sacrificar. Uno tenía una cadera rota. Había gallinas,
perros, pajaritos y palomas muertas (por doquier) A las plantaciones de ananá y
mandioca, las habían arrasado”, describió la productora.
Espíndola, por otra parte, aclaró que no fue un fenómeno
generalizado, pero sí de enorme magnitud en algunas zonas. “Es como un tornado
que pegó latigazos en distintos sectores. No es a todos los vecinos a los que
le pasó. Hay una franja donde hubo muchas roturas y otras donde no ha pasado
mucho, pero sí ha dañado a todas las producciones”, comentó.
La actitud adoptada por el municipio y el Ministerio de Agricultura
Consultada sobre la asistencia recibida y sobre la actitud de
las autoridades, Espíndola reveló que del municipio se presentaron a ayudar a
arreglar techos. Algunos tuvieron que buscarlos a 200 metros y se recuperaron.
En los que no se recuperaron, pusieron lonas negras de plástico. Quiero suponer
porque no había en disponibilidad y que se va a subsanar con el correr de los
días”, contó Espíndola. “No se acercó nadie a ver los daños en las chacras. Del
municipio se ocuparon de la parte edilicia urbana de la colonia”, aclaró la
productora.
En cuanto al Ministerio del Agro de la provincia, “no se hizo
presente. Hice llamadas y están evaluando el daño por el granizo en 25 de mayo
y otras localidades. He visto al ministro (Facundo López Sartori) que llegó a
esa zona. Pero a esta zona no vino nadie hasta ayer, que apareció un
representante del ministerio del Agro de Nación, haciendo un relevamiento de
los productores que sufrieron daños y a partir de allí se va a evaluar si hay
una ayuda”, sostuvo Espíndola, e insistió que ese funcionario nacional, les
advirtió que “las ayudas, si llegamos a percibir algo, están muy demoradas y
recién se están cancelando situaciones de principios de año”, y que “no hay
montos” estipulados.
La respuesta del ministerio del Agro de la provincia
Por otra parte, Espíndola reveló que logró comunicarse con
Sebastián Rodríguez, el Secretario del ministerio del Agro provincial, quien le
pidió que hicieron un relevamiento los propios productores. “Le dije que no
estaba en condiciones de hacer un conteo. Nosotros tenemos que ir reparando
nuestra situación. Entonces me dio el nombre de una cooperativa ganadera que
figura en los papeles, pero que está sin actividad. Esa es la respuesta del
ministerio”, comentó. Y añadió que Rodríguez le dijo que “era muy triste la
situación que estaban pasando y que la provincia recién está saliendo de la
emergencia por la sequía y ahora se encontraba con esto”, contó la productora.
“Tengo conocimiento por redes sociales que estuvieron en 25
de Mayo y otras zonas para evaluar los daños que ocasionó el granizo en
aquellos lugares. Pregunté por qué el mismo plan que otorgan allá no se
considera a nosotros, pero no tengo respuestas al respecto”, confió Espíndola
sobre una posible discriminación contra los productores de Pozo Azul. “No
sabría decir si vamos a tener ayuda, de la provincia nada, y de Nación, el
censo”, se lamentó la productora, añadiendo que actualmente “no tenemos mano de
obra, y hay gente que no quiere trabajar y gente muy complicada que tiene que
reparar como puede los daños”, graficó Espíndola.
El pedido de planes de contingencia para futuros eventos
climáticos extremos
Sobre el final de la entrevista telefónica con este medio,
Espíndola pidió que se desarrollen programas de contingencia porque este tipo
de eventos, “no va a dejar de pasar”. Pidió “programas de contingencia e ir
evaluando a las personas de acuerdo a la situación, para apoyarlas. A veces no
pasa por el dinero sino de personas que puedan acompañar, sostener, limpiar. Un
municipio que te pueda traer una máquina para sacar árboles”, planteó. Y
remarcó: “Estamos en una situación dramática por el faltante de combustible y
cualquier máquina que traigan consume mucho combustible para desplazarse. Hay
un montón de variantes. Los alambres son muy caros. Hay que estar presentes”,
insistió Espíndola.
“Si hay alguien que se movió es gracias a que uds. (los
medios de prensa) que están difundiendo. Si no era por uds., habían pasado 5
días y nadie sabía de nuestra situación, pues nosotros no teníamos internet”,
remarcó la productora, confirmando que las pérdidas son millonarias por los
daños estructurales en galpones y alambrados, más la pérdida de plantaciones y
ganado.