BUENOS AIRES. En el contexto de una
inflación cada vez más exacerbada, que alcanzó un 60,7% en los últimos 12 meses
–la cifra más alta en 30 años– el Indec (Instituto Nacional de Estadísticas y
Censos) dio a conocer los datos oficiales sobre la Canasta Básica Total (CBT) o
“canasta de la pobreza” y la Canasta Básica Alimentaria (CBA) o “canasta de la
indigencia”.
Según la medición del Indec, la
canasta de la pobreza tuvo un incremento de 4,6% en mayo. En consecuencia, una
familia compuesta por dos adultos y dos niños necesitó mes un ingreso mensual
de $99.677 para no caer bajo la línea de la pobreza.
Según publicó Infobae, si bien el
índice de precios al consumidor (IPC) de Mayo (5,1%) fue inferior al de abril
(6%), los alimentos continúan en tendencia alcista y eso se vio reflejado en la
medición de la Canasta Básica Alimentaria. La misma aumentó un 4,6% en el quinto
mes del año. De esa forma, un hogar necesitó $44.499 para no ser considerado
indigente.
Por otra parte, el informe del
Indec analiza el crecimiento de ambas canastas en términos interanuales.
Al respecto, el informe indica que
la Canasta Básica tuvo una suba anual de 54,7%, lo que la ubica por detrás del
ritmo general de precios. En cambio, la Canasta Alimentaria, creció un 62,3% al
comparar Mayo del 2021 con Mayo del 2022. Es decir, una suba dos puntos por
encima de la inflación interanual del mes pasado.
La relación entre Canastas Básica y
Alimentaria y los indicadores sociales
Vale recordar que estas dos
mediciones –Canasta Básica y Alimentaria-, permiten cuantificar el proceso de
deterioro de los indicadores sociales, porque la primera determina la línea de
la pobreza y la segunda, la indigencia. Al subir los valores de las CBA y CBT,
en la medida en que no crezcan los ingresos, más familias caerán en la pobreza
e indigencia.
Además, es preciso tener en cuenta
que la Canasta Básica, incluye el costo de alimentos, indumentaria, salud,
transporte y educación –entre otros ítems-, pero no incluye el costo de los
alquileres. En otras palabras, al costo de vida marcado por la Canasta de
Pobreza, hay que añadirle el valor de un alquiler, en el caso de las familias
no propietarias de su vivienda.
En este sentido, la última medición
oficial –segundo semestre del 2021- marcó que el 37,2% de la población es
considerada pobre en la Argentina y el 8,2% vive en condiciones de indigencia.
Son 17,4 millones de personas pobres, de las cuales, más de 3,8 millones, son
indigentes. Pero representaban una mejora en estos indicadores sociales,
respecto del 42% de pobreza que marcó el 2020 y del 40,6% de la primera mitad
del año pasado.
Pero el avance de la inflación parece
estar afectando al incipiente proceso de recuperación económica en la
comparación con el peor año de la pandemia del coronavirus, cuando la mayor
parte de las actividades económicas estaban limitadas o prohibidas.