Por estas horas, la comunidad de
Guaraní se ve desbordada por la angustia y el temor que generaron reiterados
casos de abuso sexual en perjuicio de dos jóvenes de la localidad, entre ellas
una menor de apenas 15 años que fue ultrajada en un baldío ubicado en el casco
céntrico del pueblo.
La segunda víctima tiene 21 años y
fue abusada en grupo, según denunció, hecho que fue publicado en exclusiva por
El Territorio en su edición de la víspera.
Ambos casos se entrecruzar porque
las víctimas fueron drogadas por sus agresores mediante el consumo de bebidas
alcohólicas, tal como se desprende de las respectivas declaraciones en sede policial.
El primer hecho se registró en la
madrugada del pasado domingo 5 de junio y el expediente por abuso sexual con
acceso carnal se tramita ante el Juzgado de Instrucción Dos de Oberá.
Por el caso fue detenido un joven
de 23 años que coincide con la descripción brindada por la menor. Como si esto
fuera poco, en el lugar donde se produjo el abuso la Policía encontró su
billetera con su DNI, lo que terminó por implicarlo.
Esa madrugada, alrededor de las 3,
una persona se acercó a un efectivo policial que se encontraba de servicio
adicional en un local bailable y le señaló que en inmediaciones al
polideportivo municipal había una jovencita semidesnuda y desorientada.
El uniformado constató la situación
y la menor le dijo que abusaron de ella, al tiempo que brindó detalles físicos
y de la vestimenta del sospechoso.
En cercanías al lugar encontraron
el short de la chica y una billetera. Minutos más tarde, sobre ruta nacional
14, individualizaron a un hombre con las características dadas y se constató
que se trataba de Alejandro C. (23), coincidente con el DNI hallado en el lugar
del abuso.
Bebidas con droga
La misma madrugada del 5 de junio,
la menor fue trasladada junto a su madre al Hospital Samic de Oberá para
evaluación y tratamiento específico en caso de abuso sexual. Además se hallaba
descompensada y desorientada por el consumo de alguna sustancia que le habrían
puesto en la bebida.
Este último aspecto coincide con el
relato de la joven de 21 años que denunció haber sido víctima de una violación
grupal el último domingo. Los implicados serían por lo menos seis, entre ellos
dos menores de edad.
De todas formas, al cierre de esta
edición el Juzgado de Instrucción no contaba con elementos de prueba para
detener a ningún sospechoso, más allá de la versión de la víctima.
En la instrucción los acusados
declararon que la chica estuvo con ellos consumiendo alcohol y luego se fue con
uno de los jóvenes.
Por su parte, en su ampliación de
denuncia la presunta víctima ratificó que en un momento de la noche perdió la
noción por algo que le habrían colocado en la bebida.
Luego de haber sido sometida
sexualmente durante varias horas, dos de los sospechosos la dejaron frente a su
casa semidesnuda y cubierta solamente con un cubrecama.
Fue asistida por sus padres y
trasladada al Hospital Samic donde permaneció durante varias horas en
observación debido a los golpes y excoriaciones que presentaba en diferentes
partes del cuerpo.
Además, fue asistida por el
Gabinete de Asistencia Forense (GAF), tal como indica el protocolo en casos de
abuso sexual.
Luego de ser atendida en el centro
asistencial y recibir el alta, en horas de la tarde del domingo se acercó con
sus padres a la comisaría de Guaraní para radicar la correspondiente denuncia,
instancia en la que mencionó con nombres y apellidos a varios jóvenes, entre
ellos un primo.
Reclamo del padre
Ayer, en diálogo con este diario,
el padre de la joven aseguró que el domingo no recibieron la atención necesaria
en el Samic, ya que “ni siquiera la revisaron ni le tomaron muestras. Lo único
que dijeron fue que convulsionó por las drogas que le dieron”.
“De ahí fuimos a la comisaría y no
nos dejaron entrar con ella para hacer la denuncia, supuestamente porque es
mayor, siendo que estaba en estado de shock y sólo lloraba. La verdad,
lamentable como nos atendieron”, reclamó.
En ese contexto, el lunes se
contactó con un abogado conocido quien lo asesoró para que realice una
ampliación de denuncia y volvieron a llevarla al Samic para el GAF.
“Para eso mi hija se había bañado y
no sé qué pruebas encontraron. Aparte los acusados tuvieron tiempo de escaparse
o esconderse”, subrayó.
En tal sentido, trascendió que ayer
-luego de la publicación del caso- uno de los sospechosos habría viajado al Sur
del país.
Tres menores
En su denuncia, la presunta víctima
relató que el sábado a la noche se encontró en la Plaza San Martín de Guaraní
con algunos amigos y conocidos, entre ellos su primo D. V. (20).
También se hallaban presentes Y. V.
(16), E. S. (17), L. F. (19), T. P. (17) y otros jóvenes de los cuales no
conocía los nombres.
Precisó que en un momento de la
noche fueron a quiosco a comprar bebidas alcohólicas, comenzaron a tomar y
después de eso ya no recordaba nada más.
Recién alrededor de las 8 del
domingo recuperó la conciencia, cuando su primo y L. F. la dejaron frente a su
domicilio semidesnuda y apenas cubierta con un cubrecama blanco con manchas
oscuras.
Sus padres la encontraron sentada
en el acceso a la propiedad. Apenas podía hilvanar palabras y se desmayó, por lo
que inmediatamente la trasladaron al Hospital Samic.
Un dato que no pasó desapercibido
para las autoridades señala que alrededor de las 18 del domingo, uno de los
denunciados -L. F.- llamó al celular de la víctima y atendió su mamá, ante
quien el sospechoso argumentó que mantuvo relaciones sexuales con su hija, pero
que se trató de un hecho consentido. Por su parte, la chica ratificó que no se
acordaba de nada, presumiblemente por algo que introdujeron en su bebida.