La falta de acuerdo entre productores, industriales,
cooperativistas y demás eslabones de la cadena yerbatera provocó el laudo de
Nación, que este miércoles fijó precio del kilogramo de hoja verde en $46,89,
mientras que el de la yerba canchada es de $178,18 por tonelada. Así lo dejó
por sentado el Ministerio de Agricultura en la Resolución 32/2022 publicada en
el Boletín Oficial.
“No es el precio que habíamos enviado, pero el laudo
lamentablemente es como el árbitro cuando cobra el penal, no se discute“, comentó
Nelson Dalcolmo, director de la Producción del INYM (Instituto Nacional de la
Yerba Mate) en diálogo con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
“Si me preguntan si estoy de acuerdo, no lo estoy, pero
lamentablemente tenemos que quedarnos con el acuerdo“, agregó.
Por su parte, el director por la Producción en el INYM, Jonás
Petterson, indicó: “La verdad es bastante decepcionante, nosotros esperábamos
un precio más acorde a lo que se está pagando hoy en el mercado. Pero es un
laudo nacional que tenemos que recibir como un precio de garantía, que no
quiere decir que se deba pagar ese precio, el productor tiene que exigir el
precio que se está pagando hoy, que es $60 , y seguir peleando por ese precio”
Tal como señaló Petterson, dicho precio fijado por Nación
representa el valor mínimo por el cual se puede vender la materia prima, pero
la realidad del mercado dicta que el precio hoy está rondando los $60 en la zona norte y algunos puntos de acopio
de la zona sur de Misiones. De todas maneras, preocupa en el sector tener que
recurrir una vez más al laudo nacional, y que la brecha entre el valor que fija
el Estado y el real del mercado sea cada vez mayor.
“Lamentablemente todos queríamos que ese precio de garantía
esté más cercano al precio que se está pagando en el mercado, es una lástima
que en cada laudo se distancien más. En los últimos laudos andábamos en los $10
y ahora estamos en casi $14, la verdad que muy lamentable“, comentó el director
por la Producción.
“También, en comparación a lo que era el precio anterior, hay
un 30% de aumento, que no es nada si tomamos la inflación que tenemos, y
teniendo en cuenta que el precio anterior era un desastre“, agregó.
Vale recordar que hasta el 31 de marzo es el valor en
vigencia del kilo de hoja verde era de $36,86, mientras que el precio que fue
fijado por Nación en noviembre para la yerba canchada era de $139. Con lo que
en el primer caso el aumento representa un 27% mientras que para la canchada
representa un 28%.
Acerca de cómo se llegó a estos valores, Claudio Hacklander,
también integrante de la INYM, cuestionó: “Es difícil de saber cuál es el
pensamiento de alguien que seguramente
ni siquiera conoce el cultivo, esa es la realidad. Ellos manejan un
precio sobre porcentaje de inflación y sobre eso se manejan”
“Habíamos hablado y nos pidieron que le acerquemos
documentación para avalar el pedido que hacíamos (…) mucha importancia se ve
que no le dieron“, indicó a FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Petterson apuntó en la misma línea: “La verdad que eso nos
deja bastante preocupados, pero cuando no hay decisiones dentro del INYM
termina el laudo siendo definido a nivel nacional, y lastimosamente los
dirigentes que toman la decisión no consultan a quien deberían. Si no entienden
del tema deberían venir a la zona productora, recorrer un poquito, ver la
realidad de como está la cosa, y se darían cuenta que lo que hicieron está
mal“.
Fijación de precios, un problema a resolver a futuro
Al laudo se llegó debido a que el directorio del INYM no se
puso de acuerdo, ya que el precio debe salir por el voto unánime de los 12
directores. “Hubo un consenso entre 10 directores, y la industria fue la que no
aceptó nuestras propuestas. No fuimos nosotros los que enviamos al laudo, si
era por nosotros acordábamos así y nos quedábamos tranquilos, pero el caso de
la industria no quiso negociar en absoluto los valores, esa es la realidad del
caso“, apuntó Hacklander.
“Todos los productores de producción pedimos $60 , los únicos
que pidieron $46 o $50 fueron los
directores de la industria, y parece que la opinión del resto vale menos que
los directores de la industria“, acotó Petterson.
Esto sigue un problema a resolver en el INYM, ya que en la
mitad de las ocasiones que se discutió el precio de la yerba mate no hubo
acuerdo entre el sector por la Producción y la Industria del Instituto, y la
decisión terminó por caer en manos de la Nación.
“Somos un directorio de 12 personas donde estamos todos los
eslabones de la cadena, con distinta situaciones y distintos intereses. Creemos
que para octubre tenemos que ir trabajando desde ya para ponernos de a cuerdo
en un número que sea fijado en el seno del Instituto, que fue creado para
varias cosas, pero una de ellas es la fijación de precios de la materia prima“,
consideró Dalcolmo.
De igual manera coincidió Hacklander: “Para las próximas
debemos buscar la manera de que acordemos en el directorio, no podemos depender
de gente que quizás ni siquiera conozca el cultivo, como en algún momento
tildaron a la yerba de un yuyo o un cultivo anual, eso no nos puede seguir
pasando“