BUENOS AIRES. El fiscal federal
ante la Cámara Federal de Casación Penal, Mario Villar, presentó los
fundamentos por los que considera que Cristina, Máximo y Florencia Kirchner,
junto a los demás imputados, deben enfrentar un juicio oral por lavado de
dinero en las causas unificadas Hotesur y Los Sauces. Cabe subrayar que la
Vicepresidente y sus abogados lograron que el juicio oral no se realice, pese a
que, una persona inocente buscaría limpiar su nombre a través de un juicio en
el que se la absuelva, por el peso de la probatoria penal.
Según informó Clarín, Villar
sostuvo en su dictamen, que “no hay ninguna prueba nueva que habilite analizar
la posibilidad de un sobreseimiento” sin la realización del juicio oral y
público. Pero, además, el fiscal apuntó sus cuestionamientos al accionar de los
jueces ligados al kirchnerismo que firmaron el sobreseimiento sin debate oral.
Sostuvo que los dos jueces que decidieron anular el juicio oral, buscaron
“cerrar la causa” sin “fundamentos”. Por ello solicitó el apartamiento de los
jueces Daniel Obligado y Adrián Grünberg –este último, miembro de la agrupación
kirchnerista “Justicia Legítima”– del Tribunal Oral Federal nro. 5.
Para el fiscal Villar una empresa
hotelera que no conoció la ocupación plena y con serios problemas de
financiamiento, y una inmobiliaria sin sede comercial y sólo con los mismos
inmuebles (de su propiedad) puestos en alquiler desde 2009, son dos firmas que
“nunca tuvieron fines comerciales reales, sino sólo ser una pantalla para
maniobras de blanqueo”.
Fiscal ante la Cámara de Casación
Federal, Mario Villar
El fiscal defendió que se realice
el juicio como habían pedido Pollicita, Mahiques, Ercolini y Bonadío
Así lo sostuvo la acusación que
envió en 2018 a juicio oral a la familia Kirchner, dueña de Hotesur y de Los
Sauces. Cabe destacar que Villar coincidió con los planteos del fiscal de la
instrucción Gerardo Pollicita y Juan Ignacio Mahiques. Pero también con los
jueces de esa instancia Claudio Bonadío y Julián Ercolini, entre otros.
Al respecto de esta causa, una de
las más complejas para Cristina Kirchner y sus hijos, el TOF 5 había
determinado que se realizaría el juicio oral y pública, tal como corresponde y
es lo habitual en los procesos penales. Sin embargo, en 2021, los jueces
Obligado y Grünberg firmaron el sobreseimiento de la vicepresidenta, sus hijos,
Lázaro Báez, Cristóbal López y otros imputados sin la realización del juicio.
Ese controvertido y hasta repudiado
fallo del TOF 5 tuvo una disidencia. La jueza Adriana Palliotti votó en contra
de sobreseer a los imputados sin juicio oral. Y en la misma línea firmó su
apelación el fiscal ante el TOF 5, Diego Velazco. Este reclamo fue sostenido
por su par de la instancia superior, Mario Villar.
Sólo de esa manera la Cámara
Federal de Casación podía comenzar a analizar la situación. Ahora, la Sala I
del máximo tribunal penal deberá resolver si los imputados deben o no
comparecer en un juicio oral.
Las causas unificadas de Los Sauces
y Hotesur por el presunto lavado de $ 80 millones
Es preciso recordar que los
expedientes por las causas por lavado de activos conocidos como “Hotesur” y
“Los Sauces” fueron unificados porque en ambos se investigó una misma maniobra.
Además, los expedientes tienen 16 imputados en común. Y bajo investigación
estuvo una presunta asociación ilícita creada para lavar 80 millones de pesos
entre 2008 y 2015.
Este lunes Villar presentó los
fundamentos de su planteo. Para el fiscal, omitir el juicio “lesiona la función
propia del Ministerio Público Fiscal”, que es la de promover “la actuación de
la justicia en defensa de la legalidad y de los intereses generales de la
sociedad”, indicó en el dictamen al que accedió Clarín.
Cuando el fiscal Velazco apeló el
sobreseimiento, dijo que Obligado y Grunberg utilizaron “argumentos falaces que
provocaron conclusiones falsas”. Ahora, el fiscal Villar también expresó que la
decisión de la mayoría del tribunal “se aparta de la interpretación de la ley
que hacen tanto la doctrina como la jurisprudencia y resulta directamente
contrario a fallos pertinentes de la Corte Suprema de Justicia de la Nación”.
En el juicio “se podrá determinar
si las imputaciones gravísimas que están en juego en esta causa son verdaderas
o no”
Villar reiteró que el
sobreseimiento sin la realización del juicio oral “no sólo priva al Ministerio
Público Fiscal del ejercicio de su deber constitucional de promover la
actuación de la justicia, sino que esconde a la sociedad aquello que en un
debate oral y público se puede apreciar a plena luz del día”.
El Ministerio Público Fiscal
entiende que en la realización del juicio “se podrá determinar si las
imputaciones gravísimas que están en juego en esta causa son verdaderas o no,
si pueden probarse más allá de toda duda razonable”. También considera que esa
instancia permitirá a la sociedad en su conjunto “tomar conocimiento de
cuestiones que son intrínsecas a su rol de ciudadanos, responsables y
comprometidos en el marco de un sistema republicano de gobierno”.
El criterio unificado de los
fiscales es que el juicio debe realizarse y que la decisión de los dos jueces
del TOF 5 fue “arbitraria”. Y como tal “enmascara bajo la apariencia de un acto
jurídico una decisión desamparada de legalidad”. En virtud de ello, “no son sentencias,
no dicen el derecho y los que las dictan no actúan como jueces, sino como
voluntades subjetivas apartadas del sistema jurídico que deberían defender”,
planteó el fiscal Villar.
“El error de los jueces es pensar
que el lavado se agota en Lázaro Báez”
Respecto al delito de lavado,
Villar insistió en que “el error de los jueces es pensar que el lavado se agota
en Lázaro Báez, mientras que las maniobras imputadas en esta causa son las
maniobras de lavado realizadas para que el dinero llegue con apariencia de
licitud a los titulares de las empresas Los Sauces y Hotesur, mediante
contratos simulados e innecesarios”.
Sin embargo, Villar añadió que “con
el pago inicial del Estado Lázaro lavaba el dinero, y después lo lograban lavar
los destinatarios finales”. El dueño del Grupo Austral fue condenado por lavado
de dinero “realizado en forma posterior a su depósito por parte del Estado en
relación a los contratos de la obra pública”.
El fiscal ante la Casación explicó
que el argumento del tribunal es “equivalente a decir que, si alguien realiza
una estafa, no hay lavado si el pago de la estafa se hizo en la cuenta bancaria
del autor del delito”.
Por ese motivo, Villar remarcó que
el origen “delictivo no cambia porque en la obra pública haya un proceso
administrativo intermedio anterior al pago, donde algunos actuarán como
partícipes y otros mediante acciones neutrales, pero ello es parte de la
obtención de la disposición patrimonial como elemento del delito, tanto como lo
es el depósito realizado por la víctima de la estafa, en la que media
únicamente su deliberación interna”.
Los jueces Obligado y Grunberg
“descartan el delito precedente con un mero juicio conjetural sobre el dinero bancarizado”
De forma contundente Villar señaló
en su dictamen que los jueces Obligado y Grunberg “descartan el delito
precedente con un mero juicio conjetural sobre el dinero bancarizado, tratando
de desvanecer la significación de causas en pleno trámite, cuya imputación
parte justamente de la hipótesis de una defraudación mediante la obra pública y
mediante la obtención beneficios fiscales indebidos”.
Continuando con esos argumentos,
Villar recordó en su dictamen que entre las irregularidades constatadas en la
obra pública, considerada el delito precedente, aparecen “sobreprecios,
prórrogas reiteradas sin justificación válida, canal de pago preferencial a
diferencia de otros contratistas, concurrencia múltiple de empresas del mismo
grupo a una misma licitación, simulación de competencia, procedimientos en
tiempo récord, falta de sanciones por incumplimiento y de controles, adelantos
de obras que no habían comenzado, entre otras, en su asignación principalmente
al Grupo Báez”.
Al respecto de las maniobras
investigadas, está acreditado que Báez explotaba los hoteles de la familia
Kirchner con su firma Valle Mitre. Y que los únicos ingresos para pagar los
cánones de locación eran préstamos de Austral Construcciones. Estos ascendían a
71 millones de pesos. Según consignó Clarín, esa constructora de Báez tenía
como único cliente al Estado nacional. En simultáneo con siete firmas del
holding, alquilaba habitaciones de los hoteles que no utilizaba, garantizando
ingresos a los Kirchner por 14 millones de pesos.