“Como llegué del trabajo un poco más tarde, mi mujer me hizo
una escena de celos y me insultó. Yo estaba cansado y puse la pava a calentar
para tomar mate; al rato, de la nada ella agarró la pava y me tiró el agua casi
hervida. Todo delante de los chicos”, relató Ramón C. (43) respecto a la
agresión que habría padecido a manos de su concubina.
Según el hombre, luego del hecho se dirigió hasta la
comisaría de Villa Bonita, municipio de Campo Ramón, donde la oficial a cargo
se habría negado a recepcionarle la correspondiente denuncia.
Indicó que el incidente se
produjo el último martes, alrededor de las 20.30, en el barrio 1 de Mayo de
Villa Bonita, donde reside desde hace doce años con su mujer y los tres hijos
de ambos.
Indicó que su pareja lo agredió en ocasiones anteriores, tras
lo cual siempre se mostró arrepentida, le pidió perdón y se reconciliaron.
Incluso, en una oportunidad lo habría amenazado con tirarse combustible y
acusarlo a él.
En ese sentido, se mostró preocupado porque “varias veces me
atacó y cada vez es más violenta. Para colmo, la Policía no da importancia
cuando el hombre sufre violencia. El martes quise hacer la denuncia y la
oficial se rió en mi cara, me dio un montón de vueltas y no me tomó. Primero me
dijo que si me tomaba la denuncia no podía volver esa noche a mi casa, y
después me dijo que mejor me arregle a las buenas con mi señora porque la
Justicia no da importancia a las denuncias de los hombres. Así me largó”.
Ante la negativa de la comisaría local y para salvaguardar su
situación, anticipó que radicará una denuncia ante la fiscalía en turno.
Idas y vueltas
Ramón C. es oriundo de Formosa y hace doce años se instaló en
Villa Bonita, trabaja en la construcción y él mismo diseñó y levantó su casa,
comentó.
Aseguró que los primeros años de convivencia con su pareja
transcurrieron dentro de los carriles normales y tuvieron tres hijos.
Lamentablemente, según su versión, con el correr del tiempo la mujer se volvió
muy celosa y comenzaron los problemas de pareja.
“El año pasado conseguí un buen trabajo en Buenos Aires por
unos meses y ella todo el tiempo me decía cosas como que estaba con otras
mujeres, siendo que lo único que hice fue trabajar y todo el tiempo le mandaba
plata. Cuando volví me hizo una denuncia por violencia, pero enseguida fue y
retiró porque era mentira. Siempre me dice que cuando quiere me puede meter
preso”, mencionó.
Al respecto, agregó que luego de aquel incidente su concubina
le habría manifestado que si la dejaba se rociaría con combustible, se
prendería fuego y lo acusaría.
“Cuando me dijo eso sentí terror porque sé de lo que es
capaz. La única tranquilidad es que mis hijos escucharon todo. Ellos saben todo
y me da pena por ellos”, remarcó.
Justamente, señaló que por sus hijos vino aguantando la
violencia, aunque el último martes vivió otro episodio extremo.
Indicó que desde hace varias semanas se halla trabajando en
una obra en la ciudad de Oberá y el martes se quedó hasta más tarde junto al
capataz porque esperaban el arribo de materiales de construcción.
“Tampoco hay colectivos a cada hora, por eso llegué pasadas
las 20 y mi mujer empezó a decir que seguro estaba con otra y me tiró el agua
caliente. Después la Policía no me tomó la denuncia, y para no tener problemas
volví a mi casa, saqué un colchón y dormí afuera”, agregó.
“Ninguna garantía”
Luego del incidente del último martes, Ramón viajó a Oberá
para trabajar y luego pensaba quedarse en casa de un compañero, al menos hasta
solucionar su problema.
“Por ahora no quiero acercarme a mi casa porque no sé con qué
me voy a encontrar. Extraño y me preocupan mis hijos, pero con mi mujer no
tengo ninguna garantía y prefiero no arriesgarme. Yo nunca le toqué un pelo,
mis hijos son testigos, pero sé que las autoridades siempre le creen a las
mujeres”, opinó.
Y agregó: “Veo mal todo tipo de violencia, sobre todo cuando
un hombre le pega a una mujer, pero también veo mal que la Policía no actúe
cuando el hombre es víctima de una mujer que lo agrede, como me pasó a mí. Al
hombre primero le meten preso y después le preguntan, pero con las mujeres es
muy diferente”.