La próxima conformación del Congreso refuerza el acierto del
Frente Renovador de transitar el camino del misionerismo.
El Gobierno nacional deberá transitar los próximos dos años
en un contexto de mayor equilibrio en ambas cámaras, sin mayoría propia en
ninguna de ellas.
El en Senado el oficialismo tendrá 35 bancas, 4 más que
Juntos por el Cambio, pero dos menos que las necesarias para alcanzar la
mayoría propia. En ese contexto el voto de la renovadora Maggie Solari será
clave para destrabar cada votación, también el de Maurice Closs que aunque
forma parte del bloque del Frente de Todos, sigue dentro de las filas del Frente
Renovador.
En ese contexto, cada proyecto que pretenda impulsar el
Gobierno nacional será una posibilidad para obtener algo para Misiones.
En Diputados el equilibrio es aún mayor, con 118 escaños para
el Frente de Todos y 117 de Juntos por el Cambio. En ese ámbito de paridad casi
absoluta, el bloque neo revisionista anunciado por el conductor de la
renovación Carlos Rovira tendrá un rol protagónico.
Los votos de los diputados misioneristas, sumados a los que
representan a las demás fuerzas provinciales serán más que suficientes para
aprobar o vetar cualquier proyecto tanto del oficialismo como de Juntos por el
Cambio.
Panorama en el Senado
El Gobierno fracasó en su intento de revertir el resultado
desfavorable en las primarias para el Senado en Chubut, La Pampa y Santa Fe, la
esperanza que tenía para impedir que Cristina Kirchner sufra un duro tropiezo
en su bastión. Con los cómputos provisorios, esos distritos los gana Juntos por
el Cambio y el bloque oficialista perderá en diciembre la mayoría propia en la
estratégica Cámara alta.
El Frente de Todos renovaba 15 bancas y consigue 9. Cinco las
pierde a manos de Juntos por l Cambio y la restante queda para el peronismo
cordobés. Así, pasa de 41 a 35 bancas, dos menos de las necesarias para el
quórum. En tanto que la principal coalición opositora, que ponía en juego 9
bancas, obtiene 14 y entre propios y aliados sumará 33. Habrá cuatro en la
avenida del medio.
De confirmarse la tendencia, será la primera vez desde 1983
que el peronismo necesite de aliados externos para armar el quórum que se
requiere para garantizar las sesiones y la aprobación de las leyes que envíe el
Ejecutivo. Sólo en la primera votación de 2010 Carlos Menem le había facilitado
su voto al llamado Grupo A del elenco antikirchnerista para que se alce con las
presidencias de las comisiones más importantes. Fue tras la derrota K en las
legislativas del año anterior.
Deberá negociar con eventuales aliados. como el ex gobernador
rionegrino Alberto Weretilneck (Juntos Somos Río Negro) y la misionera
Magdalena Solari Quintana (Frente de la Concordia. Tambén habrá que observar
qué actitud adoptan las independientes Alejandra Vigo (peronismo cordobés) y
Lucila Crexell (Movimiento Popular Neuquino), que en principio tienen un perfil
opositor.
El treinteañero Ignacio Torres fue la revelación de la
elección chubutense. El diputado macrista hará dupla con Edith Terenzi, también
del PRO. Mientras que el ex intendente de Comodoro Rivadavia, Carlos Linares
ocupará uno de los tres lugares que hasta ahora tiene el kirchnerismo.
El ministro de Gobierno, Daniel Bensusan, es el único que
recalará en el Senado por el peronismo pampeano, y queda fuera la camporista
María Luz Alonso, secretaria administrativa del cuerpo que maneja Cristina.
Juntos por el Cambio colará así un dueto mixto: el diputado radical Daniel
Kroneberger y la macrista María Victoria Huala.
En Santa Fe, donde el gobernador Omar Perotti iba de
suplente, el Frente de Todos consiguió apenas ubicar al periodista deportivo
Marcelo Lewandowski, por lo que otra camporista, María de los Angeles Sacnun,
dejará su banca. Otra figura de la prensa, Carolina Losada, de la UCR, se llevó
la palmas, en tándem con Dionisio Scarpín, el intendente de Avellaneda que en
2020 se puso a la cabeza de la resistencia por Vicentín.
En Córdoba, Luis juez (Frente Cívico) y la macrista Carmen
Alvarez por la mayoría y Alejandra Vigo, esposa del gobernador Juan Schiaretti,
por la minoría. Termina su mandato el albertista Carlos Caserio, al quedar
tercero.
En Mendoza, Alfredo Cornejo, jefe nacional de la UCR, pasa de
la Cámara baja a la alta, acompañado por la ex ministra radical Mariana Juri.
Por el kirchnerismo reelige la única camporista, Anabel Fernández Sagasti.
Por Corrientes, Juntos por el Cambio le arrebata un senador
al Frente de Todos, que sólo consiguió mantener en pie al ex olímpico Carlos
«Camau» Espínola, pero no puede repetir la cristinista Ana Almirón. El
gobernador radical Gustavo Valdés impuso a sus correligionarios Eduardo
«Peteco» Vischi, ex intendente de Paso de los Libres, y Mercedes Valenzuela.
Por su lado, el ahora jefe de Gabinete, Juan Manzur, respiró
aliviado en Tucumán, al mantener la dos bancas de mayoría -ya sin José
Alperovich, que espera ser juzgado por abuso y violación-, a las que irán los
diputados Pablo Yedlin y Sandra Mendoza. Juntos por el Cambio consagra al
intendente de la capital, Germán Alfaro, quien podría terminar siendo candidato
testimonial, dejando que jure su segunda, nada menos que su esposa, Betty
Avila, ahora diputada.
La otra provincia en manos del oficialismo que se salvó de la
caída generalizada fue Catamarca, donde la ex gobernadora Lucía Corpacci ganó
en tándem con Guillermo Andrada. En tanto que el rector de la universidad
local, Flavio Fama reemplaza a otro radical, Oscar Castillo, por la minoría.