Las buenas expectativas por la apertura del paso fronterizo
de Bernardo de Irigoyen -Dionisio Cerqueira (Brasil) duraron muy poco. Es que
tras la habilitación de la frontera seca en la jornada de ayer, el movimiento
de cruce fue bastante menor de lo que se esperaba. Los lugareños atribuyen la
desolada imagen a los requisitos que se solicitan al ingreso tanto del lado
argentino como brasileño, principalmente a los altos costos que representa
realizar los tests PCR de Covid-19.
Algo similar ocurre en Puerto Iguazú -tal como se publicó el último sábado-, desde donde se advierte que a más de tres semanas
de habilitado el puente Tancredo Neves, aún no se consiguieron los resultados
esperados. Se estima que solamente ingresan 100 brasileños por día, lo que
obedecería al alto costo que representa el test PCR para los pobladores de ese
país. El mismo tiene un costo de 150
reales por persona, que equivale a 5.100 pesos aproximadamente dependiendo del
cambio (en la frontera el cambio se consigue entre $34 y $38). Esto significa que
para una familia tipo de cuatro integrantes, supera los 20.000 pesos el costo
sólo para cumplir con ese requisito.
En tanto, en Irigoyen se manejan los mismos precios, por lo
que en la primera jornada de apertura, el tránsito fue decepcionante para los
comerciantes que esperaban con ella la tan ansiada recuperación económica.
Requisitos
La frontera seca se habilitó como corredor seguro en horas de
la mañana de ayer, bajo los mismos protocolos que se habían implementado en
Puerto Iguazú, según lo indica la decisión administrativa 989/2021 publicada en
el Boletín Oficial de la Nación.
De esta manera, a quienes intenten ingresar a la provincia de
Misiones, se les solicita el test negativo PCR de Covid-19, test de antígenos,
declaración jurada y certificado de vacunación con esquema completo.
Del lado brasileño los
requisitos serán los mismos. Además, quienes crucen hacia el país vecino por
esa vía solamente podrán permanecer en las ciudades fronterizas de Dionisio
Cerqueira y Barracao teniendo la obligatoriedad de volver dentro de las 24
horas, y permaneciendo vigente el cupo de 800 cruces por día.
Esto se conoció tras una reunión llevada a cabo en la mañana
de ayer en la Aduana Integrada de Cargas, donde el intendente de Bernardo de
Irigoyen Guillermo Fernández junto a demás autoridades locales de salud,
seguridad, los organismos que cumplen funciones de control en el paso
fronterizo y autoridades brasileñas, coordinaron los operativos y protocolos.
También estuvo acompañando la jornada el subsecretario de
salud Héctor Proeza, quien adujo que “es un avance, podemos decir que la
frontera está abierta con una reciprocidad en cuanto a los pedidos de los
tests, lo que dificultará un poquito el paso, en el caso de Argentina para
turistas a todo el territorio argentino. Y del lado brasileño únicamente para
las ciudades fronterizas de Barracao y Dionisio Cerqueira”.
“Las limitaciones se dan porque ellos tienen un tránsito
vecinal fronterizo y nosotros un corredor turístico”, agregó al respecto.
Mientras que el intendente de Irigoyen, resaltó que “vamos a
ir viendo en estos días cómo seguimos para ir flexibilizando, haremos un
trabajo conjunto para ir a volviendo a la normalidad”.
Explicó que para cruzar a Brasil se tiene que tener algún
documento que acredite el domicilio en Irigoyen. Además dijo que se debe tener
en cuenta que las ciudades fronterizas tienen una restricción horaria de 8 a 18
horas para circular. El alcalde adelantó también que se seguirá pidiendo
flexibilización de los protocolos debido a la reciprocidad y cercanía que
tienen las ciudades limítrofes.
Decepción
Al conocerse la noticia de la apertura, las expectativas en
Bernardo de Irigoyen eran altas. El lunes, tras saberse que se abriría
finalmente el paso, el intendente Fernández había indicado estar “expectante
sobre este gran acontecimiento”.
Finalmente la apertura se concretó ayer con la presencia de
autoridades del Ministerio de Salud y las fuerzas de seguridad, además de
Aduanas, Migraciones, Senasa, Gendarmería Nacional. A su vez, había destacado
la apertura de “un paso seguro, respetando el protocolo establecido”.
“Ya nos vamos a poder ver de frente con nuestros hermanos y
colegas brasileños, poder tener diálogo, las compras de un lado y del otro,
también ir incentivando el turismo entre otras actividades que se pueden
desarrollar en esta hermosa frontera, yo muy contento como intendente y los
comerciantes también contentos y con muchas expectativas, muy felices todos”,
había dicho.
Sin embargo, esto no fue así y justamente el sector comercial
fue el que más se decepcionó y lamentó la cantidad de requisitos que se solicitan
para el cruce, puesto que eso desalentó el paso de posibles compradores.
Decepcionados
Walter Feldman, presidente de la Cámara de Comercio local, se
refirió al respecto e insistió en que “estamos un poco decepcionados, porque
pensábamos que el tránsito vecinal fronterizo iba a ser de manera más
accesible. No esperábamos que esta frontera tenga controles tan rigurosos
porque sabemos que es una frontera especial por el tipo de cruce que tiene”.
“De todas maneras, también sabemos que a principio de
noviembre esto se va a flexibilizar más y quizás se adopten otras medidas más
accesibles, ahora es difícil porque por ahora sólo puede ingresar a Brasil el
residente de Bernardo de Irigoyen. Cuando pidan solamente las dos dosis de
vacunas va a ser un poco más rápido el movimiento”, determinó.
Lo que se espera
El sector no pierde las esperanzas de que en los próximos
meses se vuelva a ver la circulación masiva y cotidiana que antes era normal en
la frontera seca.
En ese sentido, Feldman cree que los rubros más buscados
serán la vinoteca, perfumería, dulces y combustibles, que en épocas
prepandémicas eras productos requeridos y muy llevados por los vecinos
brasileños.
“Aprovechando el tipo
de cambio van a apuntar a los productos de alta calidad. El combustible será
uno de los principales”, indicó.
Al tiempo que agregó: “Hay una diferencia de más o menos 80
pesos, con el cambio de hoy el combustible está alrededor de 190 pesos el
litro, que serían seis reales”.
Gracias a este
contexto cambiario con Brasil, la balanza económica por estos tiempos sería a
favor de los comerciantes argentinos y según estiman será así por un tiempo.
“Es mucha la diferencia con el tipo de cambio, estimamos que
por un largo período va a ser así. Lo que viene bien para aprovechar y
equiparar las ventas pérdidas durante el tiempo que estuvo cerrado”, aseveró.
Sin embargo, por el momento, el paso en Irigoyen y Dionisio
Cerqueira sigue casi vacío, aumentando la preocupación de los comerciantes locales.