Por el hecho detuvieron a su pareja, C.V., quien se encuentra a disposición de la fiscal Analía Díaz junto al jefe, Gustavo Herrera.

"Las lesiones son gravísimas, si logra sobrevivir tendrá consecuencias irreversibles", dijo hoy a la prensa Herrera.

Todo comenzó el mediodía del viernes, en el barrio 200 Viviendas de Catriel, en el norte de la provincia de Río Negro, donde la mujer se encontraba junto a sus cuatro hijos.

Según la teoría de la fiscalía, tras una discusión, el acusado tomó una maza y golpeó con fuerza en la cabeza de la mujer con "claras intenciones de darle muerte". Luego huyó e intentó borrar las huellas del hecho, dijo que "se tomó un taxi, fue a lo de su madre, se bañó y se cambió de ropa".

En tanto, una vecina escuchó los gritos y dio aviso a la policía y cuando los efectivos llegaron a la vivienda encontraron a la mujer inconsciente y a sus hijos allí presentes.

En la mesa estaba la cédula y el carnet de conducir del acusado, quien fue señalado como el agresor por los hijos de la víctima.

Luego de un operativo de búsqueda, la policía logró localizarlo y detenerlo, aunque el acusado ya se había cambiado de ropa y estaba "recién bañado".

La audiencia de formulación de cargos se realizó el sábado al mediodía y en ese contexto la fiscalía acusó al detenido de "tentativa de femicidio agravada por la relación de pareja que mantenían y por la violencia de género".

Los fiscales secuestraron elementos en el lugar del hecho una maza, ropa y trapos con manchas compatibles con rastros de sangre.

En tanto, la jueza de Garantías Agustina Bagniole dispuso la prisión preventiva del acusado por cuatro meses.