No hay dudas de que uno de los sectores de la población
argentina más castigados son los jubilados. Con una jubilación de $37.525,
miles de personas de la tercera edad son indigentes y corren siempre detrás de
los precios, por eso esperaban con expectativas los anuncios de Sergio Massa.
El flamante “superministro” comunicó que la semana que viene
junto con el anuncio del nuevo índice de movilidad jubilatoria del 15% -que se
cobrará desde septiembre- los jubilados tendrán un bono de “refuerzo” destinado
a “superar el daño que les produce la inflación”, según Massa.
Sin embargo, este bono -que no se sabe de cuánto es el monto-
para los adultos mayores “es un vaso de agua para quienes vienen cruzando el
desierto“, graficó el defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino en diálogo
con FM 89.3 Santa María de las Misiones.
Explicó que “estamos hablando de uno de los sectores sociales
más frágiles y que están en una verdadera crisis humanitaria”. Y añadió que
“son 5 millones de jubilados y pensionados los que están percibiendo 37 mil
pesos, la inflación se va comiendo mensualmente ese haber y lo viene haciendo
desde hace tiempo, no solo con esta administración”.
A su vez, reiteró que “un bono que aparezca en agosto es más
para la tribuna que para el jubilado porque ¿qué ha pasado con el bono y los
jubilados? con ese bono han pagado alguna de las tantas deudas que tienen el
mes que lo reciben y luego su vida continúa sigue siendo una penuria no sólo en
términos económicos sino también en términos de salud”, lamentó.
Desde el sector esperan que “ojalá que en los próximos
anuncios se especifique más cómo recomponer los haberes” de los jubilados.
“El PAMI que no los atiende y las obras sociales tampoco”
Sumado a los problemas económicos que sufren los adultos
mayores, también están los de salud. Semino ejemplificó que “el primer
medicamento es el alimento y el hábitat, se conjugan ambas cuestiones. Acá no
se le da ese primer medicamento y cuando la enfermedad está instalada tampoco
se lo atiende, que es lo que está pasando hoy” con el PAMI y las obras
sociales.
Adicionó que “cualquier adulto mayor con una patología hoy
para llegar a un diagnostico y tratamiento tarda 8 meses: desde el médico de
cabecera, a conseguir un especialistas, a esperar el turno para ese
especialista, que este le de estudios, esperar el turno para ese estudio”.
Asimismo contó que “lo que está pasando generalmente es que
la enfermedad estalla en una etapa aguada y el paciente debe ingresar por vía
de una guardia, con terribles riesgos para su vida, y un alto costo económico
para el sistema. Por eso hablo de cómo hay que tener una mirada integral que
comprenda que la situación económica, la falta de atención de la salud, son los
que está poniendo en riesgo la vida y la calidad de vida de quienes trabajaron
y aportaron durante todo una vida. Por eso, lo del bono de refuerzo es un
premio consuelo, es una pantalla”, cerró.