En mayo pasado, el titular del
Palacio Pizurno, Jaime Perczyk, convocó a los representantes gremiales para
cerrar un aumento del 60,8% que fijó los salarios en $ 55.000 en junio, $60.000
en julio; $64.000 en septiembre y $68.400 en diciembre.
La revisión del acuerdo está
prevista para septiembre, pero los sindicatos consideraron que “no se puede
esperar” y remarcaron que “debemos reunirnos en los próximos días, ya que si no
hay alguna señal del Gobierno será difícil contener a los trabajadores y
trabajadoras”.
Voceros sindicales admitieron que
hay intenciones de anunciar un plan de lucha si en las próximas semanas no hay
una respuesta satisfactoria del ministerio de Educación a sus demandas. Hoy,
los salarios están en $60.000 y solicitan llevarlo a cerca de $70.000.
El secretario General de la Unión Docentes
Argentinos (UDA), Sergio Romero, manifestó que “la mayoría de los trabajadores
y trabajadoras en la Argentina, y particularmente en nuestra actividad, están
ganando salarios debajo de la línea de pobreza” y agregó que “muchos no llega a
fin de mes o a mitad de mes”
“Hay dos alternativas: O se reabren
las paritarias y hacemos un sinceramiento del poder adquisitivo o vamos a un
paro” afirmó Romero.
El titular de UDA señaló : “Me duele decirlo, pero este
Gobierno al que votamos y apoyamos no tiene una política de Estado en
educación” y relató que “todos los días nos llegan mensajes sobre el deterioro
de establecimientos en todo el país, con aulas donde los chicos no pueden
aprender y con falencias que no se toleran en los tiempos que vivimos”.
“No es posible sostener y
satisfacer las necesidades de una familia con los salarios que percibimos. El
salario mínimo inicial es de $55.000. En todas las provincias y la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires hay docentes que no cubren sus necesidades básicas con
el salario que perciben”, apuntó, dejando en claro su malestar por la falta de
respuestas del Gobierno al constante aumento de precios.